Bienvenidos a mi espacio sideral
Me suele suceder. Después de días de tensiones y ajetreo tengo la sensación de haber pasado a través de un abismo. Algo así como que el tiempo se ha estirado.
Hoy el frío mordía y los peques estaban nerviosos. La verdad es que todo lo marcan. Pensaba, en el regreso, si eran ellos o yo. Me cuesta adaptarme a los cambios estacionales. Con la hora de menos se nos hace oscuro enseguida y añoro la luz de los días de verano y primavera.
Otro factor es el de haber roto el ritmo. Una semana partida por la mitad y unos días de trabajo añadido por la celebración de la Castañada, con todas las actividades extras que conlleva.
Un recuerdo para un hermano de mi madre, mi tio Pascual murió estos días de difuntos. Los mayores se van marchando y nos dejan en primera línea a nosotros. Es el ciclo de la vida. Ayer mi madre me lo dijo sin dramas. Ella ha cambiado al respecto. Nunca ha sido de las que se lamentan, lo es más mi padre, pero me sorprendió la serenidad con que se lo comunicó. Los años a nadie perdonan.
Algunos de ellos se han ido para siempre. Un recuerdo para honrarles.
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