Bienvenidos a mi espacio sideral
Aunque poco a poco sea, seguimos en la brecha.
Dice el poema: 'caminante no hay camino, se hace camino al andar, ...'
Leo, en mi revoloteo de flor en flor, que no elige camino sino que lo inventa, dice alguien.
En la encrucijada me planteo posibilidades. Paso sueños y duermevelas, le doy vueltas y más vueltas. No se dar respuesta al por qué de mi elección. Se que elijo y salgo del atolladero.
Muchas cosas se han conducido más por seguir vías de negación. Recuerdo que decidía descartando lo que no quería. Se que me retiro si algo no me cuaja.
Si algo quiero me pregunto qué lo hace deseable. Aunque tengo prisa me detengo y me otorgo un tiempo de reflexión -lo consulto con la almohada-. No por ello diré que nunca tomo el camino equivocado. Si la erré, a veces me castigo con un golpe en la frente -¡seré!-; pero en corto o largo plazo me justifico y perdono, me perdono, mi equivoco, errar es de humanos.
Cada vez me voy desvelando, conociendo, descubro mis debilidades. A veces peco de tener la botella más medio llena. Encararlo en positivo tiene sus ventajas. Tienes más vientos a favor. Es posible que de tanto desearlo se confabulen los elementos a tu favor. Una compañera me decía que los dioses nos conceden nuestros deseos para mortificarnos. A veces pienso en ello, cuando vienen mal dadas. Hay momentos de hacer valoración de positivo y negativo y mirar el fiel de la balanza y para donde se decanta.
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