Sobre ti y sobre mí,
el tiempo interpone querellas.
Abramos el horizonte
dejándolas atrás y
sigamos.
El pasado se interpone
como piedra rodada que
ha limado sus aristas.
¿Cómo pudo dar tanto mal,
lo que hoy ni la memoria encuentra
en el fondo de su estar,
aunque te sepas en
ese tiempo y lugar?
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